Paso uno: ponerse las botas de agua. Las "wellies" que dirían aquí­. Abreviatura de la marca Wellington, igual que nosotros diríamos katiuskas, vaya. 2. Romper el hielo bajo tus pies antes que él te rompa la crisma. 3. Evitar el hielo junto a charcas o charcos. 4. Acercarse a la granja vecina. 5. Levantar la tapa del dispensador de huevos. Dejar tus 1,5 libras/media docena correspondiente (donde fueres...). 6. Vuelta a casa. Tortilla de patata para cenar ;-) Los huevos camperos se llaman free-range. En este caso no son ecológicos pero como recomendación a los ganaderos que exporten al mundo anglosajón. No escatiméis en adjetivos en la etiqueta. Los consumidores británicos sabían perfectamente lo que significa free-range pero no "organic" (ecológico) por lo que ahora se suele indicar free-range organic eggs. Incluso los que afinan más y producen en sistemas agroforestales: free-range wooded organic eggs. ¡Ahí es nada! Un mes en el Organic Research Centre (ORC) Estaré en el Organic Research Centre (Elm Farm, Hamstead Marshall, Newbury, Reino Unido) durante este mes de enero. Vengo a conocer a Kostas, nuevo investigador del grupo de ganadería; continuar los trabajos iniciados en verano y terminar el plan de negocio de la parte de investigación, consultoría y formación de ACTYVA, S. Coop. Todo gracias al patrocinio del programa Erasmus Young Entrepreneur, el ORC, los ahorros del menda y apoyo de la familia.